Me siento literalmente "contenida" y a punto de estallar, soy una caldera hirviendo a la que le suena el típico "tic-tic-tic" del cronómetro que indica cuándo estallará; una de las razones es la cantidad de kilos de más que me gané en estos meses, pero aparte también es el hecho de estar sin manejar (el no conducir me limita una barbaridad), cargar peso (mi Chenchis) y ya no digamos la falta de mi tan -últimamente- habitual vinito, el que me lea por aquí ha de imaginarme alcohólica! jajaja, no! estoy lejos de, pero como buena "venezolana" estoy muy familiarizada con el beber socialmente y me encanta el ritual de la musiquita, media luz, brisa con ventanal abierto a pleno anochecer...ahhhh!!! pero bueno, el punto es que no puedo hacer nada!!!! .Nada de lo que normalmente suelo hacer.
Lo de manejar me lo impuse yo misma, soy bastante temeraria al volante y como la silla de la nena es de esas que van incrustadas en la misma armazon de la camioneta pues ahí nos vamos las dos por el mundo (en vacaciones por mi tierra nos echamos casi los 5000 km, les había dicho? y ella con 6 meses divíiiiiiina disfrutando el viaje, en eso no salió al padre!) ok...dónde estaba? ah! ya! que total no me quiero arriesgar a un mal movimiento etc etc y por eso cero manejo. Lo de cargar peso me lo indicó el buen JAR (mi querido doctor) y es algo que no tuve corazón para hacer en la transfer pasada, en esta me lo prometí segundos antes que la cánula entrase a mi cuerpo: Helena sería cargada por Silvia a falta del Sr. B.
Y lo de los vinos...pues nada, añejándose ahí al lado de la patita de jamón y las alubias en conserva, todos a la espera del próximo pantagruélico festín!